Rubia flaca probó la polla de un compañero de piso
El chico quedó gratamente sorprendido de que por la mañana viniera a visitarlo una rubia rusa, que ayer se mudó a la habitación de al lado del apartamento. La chica vino al vecino no solo así, sino para darle placer por la mañana. Sentada cómodamente entre las piernas del chico, la rubia comenzó a chuparle la polla activamente. En cuanto el tronco se convirtió en piedra, con su suave coño, la vecina empezó a sentarse sobre él y a saltar con gemidos de placer. Al chico le gustaba mucho un vecino tan depravado.