Mamá pelirroja disfrutó del sexo grupal
En general, Edin Blair solo quería orinar, pero el inquieto hijastro la vuelve a espiar. Además de por su madrastra, también expresa un interés enfermizo similar por su media hermana. Cansadas de tales diversiones, las señoras deciden darle una lección al libertino y, esperando un momento conveniente, se retiran a una sala de odas con el joven para follárselo hasta la muerte. Pero, como dicen, sólo la tumba arreglará a un jorobado, pero no dos coños mojados y jodidos …