La madrastra gorda dejó que sus hijastros se metieran con piedras en el anal
Las mujeres, y más aún las esposas, son criaturas muy extrañas y por alguna razón creen que lavar los platos y cocinar es mucho más importante que ver la final del campeonato de fútbol. Pero este tipo todavía hace lo que quiere, y si su esposa comienza a intimidarla y a desmoronarse con un pan, la acaricia y la folla principalmente por el ano. A ella no le importa e incluso obtiene placer a través de su culo, por lo que no le dice malas palabras a su marido…