La lindura se quitó las mallas y se metió una polla fuerte en un coño apretado.
En general, hoy la damisela no esperaba que un amigo la visitara en absoluto, pero si a veces llegaba tarde, no lo eche a la calle. Además, el motivo de la visita es más que respetuoso: el joven quiere ver cómo quedan las mallas que le regalaron en el culo de su amada niña. Bueno, se ven geniales, especialmente si antes del espectáculo la devulka hace una mamada y solo entonces se despierta con cáncer …