En el sexo grupal familiar, todos se drogan con un miembro joven.
Si el cabeza de familia es viejo hasta el punto de cansarse y de él brota arena por todas partes, entonces no sólo su regordeta esposa, sino también todas sus hijastras pasan hambre sexual. Sólo cuando una de ellas logra atar a una mulata con una gran polla, todas las mujeres de la familia se despiertan con un interés enfermizo y un deseo completamente saludable de participar en un sexo grupal en casa. Bueno, cuando hay un orgasmo, no hay tiempo para la vergüenza.