A la rusa le encanta follar en diferentes posiciones
Cuando Emilia Zaika se fue a estudiar a Moscú, estaba muy preocupada: ¿quién se la follaría allí si no hubiera un ser querido cerca que se quedara a vivir en su patria histórica? Pero los temores eran injustificados y nada reales. Todo porque cuando Emilia alquiló una habitación, al lado vivía un buen chico. Y si el primer día los jóvenes se miraron, a la mañana siguiente tuvieron relaciones sexuales, y la niña, además, lamió con cuidado los huevos de su nuevo novio.