En un casting porno privado, la chica fue doblemente penetrada
Te despiertas por la mañana en un hotel de Budapest, abres los ojos y ves frente a ti no un buen día, sino coños marchitos y a veces letárgicos. Este no es un buen día para una simple chica rusa de provincias que aún pudo volar a Europa y actuar en películas. Soñé, planeé, pero todo se fue al polvo. Ya no hay camino a Europa para ella, queda cambiar al europeo Tolstopuz por el gordo ruso Nicolás y disparar con él. Una especie de sustitución del porno. Ya no habrá pensionistas europeos ávidos de idiotas rusos, pero pagados en euros. Y ahora dale el culo por rublos. Mmm.