Las tres chicas se juntaron y montaron un libertinaje lésbico.
Dos hermanastras han comprendido desde hace mucho tiempo que no son indiferentes la una hacia la otra. O mejor dicho, desde el primer sexo lésbico. Ahora lo practican habitualmente, intentando que su madrastra no los pille. Él ya sabe de las aventuras amorosas de las chicas, y hoy le pide tener sexo con ella, y luego con ella, y no sin la ayuda de un consolador y un arnés. ¡Parece que los hombres de alrededor se quedan sin las caricias de tres súper putas!