Pelirroja engaña a su novio y él espía el sexo
Si no hay dinero en casa y quieres pizza y es horrible, la mujer pelirroja encuentra una manera sencilla y eficaz de conseguir una ración. Pide deliciosos pasteles y paga al mensajero en especie, a lo que el marido da su consentimiento masculino. Todo está bien, pero muy interesante, ¿y con quién paga el mensajero en especie? ¿Qué opinan, camaradas?